BOOKS DE FOTOS

NUESTRAS CLASES

resized_DSC04930
ACTIVIDADES RECREATIVAS

resized_381685_4460738170818_1738392026_n

Gotas de Rocio
javascript:void(0)
Photobucket
(Haz clic sobre las imágenes)
CURSOS Y TALLERES
Photobucket
TERAPIAS ALTERNATIVAS
Photobucket
MEDITACIONES GUIADAS
Photobucket

Entradas más visitadas en la semana

Síguenos por e-mail

Ingresa tu dirección de correo para recibir las novedades de Vida Yoga

Delivered by FeedBurner

Visitan nuestro blog...

Nos vieron en...

martes, 26 de julio de 2011

Samkhya Karika








Sāmkhya Kārikā de Īshvara Krishna

El Sāmkhya Darshana es una escuela filosófica tradicional de India que acepta la existencia sustancial de dos principios eternos, uno material (prakriti) y otro espiritual (purusha).

En el Sāmkhya Kārikā, obra escrita en el siglo IV D.C. por Īshvara Krishna, el sistema Sāmkhya alcanza su cénit. Este texto es al Sāmkhya Clásico lo mismo que los Yoga Sūtras con respecto al Yoga Clásico.


El si-mismo trascendente


En oposición al Vedānta y a las primeras escuelas de Sāmkhya mencionadas en el Mahābharāta, Īshvara Krishna enseñó que la Realidad no es singular sino plural. Por un lado están las incontables y cambiantes formas inconscientes de la naturaleza (prakriti) y, por otro lado, los innumerables si-mismos trascendentes (purusha) que son conciencia pura, omnipresente y eterna. La existencia de los innumerables si-mismos se prueba al observar que hay diferentes personas que nacen y mueren a distinto tiempo, que no actúan de forma simultánea y que muestran distintas cualidades y actitudes. Sin embargo, todos los si-mismos son testigos pasivos (sakshin), esencialmente aislados (kevala), neutrales (madhyastha) y no agentes (akarta). Contemplado mas de cerca, este pluralismo resulta ilógico. Si los incontables si-mismos son todos omnipresentes, deberán entremezclarse unos con otros de forma infinita, por lo que lógicamente deben considerarse idénticos. Este problema ha sido tratado una y otra vez por varios filósofos y, mientras que el no dualismo de Shankara es intelectualmente mas elegante, el no dualismo cualificado de Ramanuja quizás satisface mejor tanto a la razón como a la intuición.


Los gunas

Īshvara Krishna enseñó que la naturaleza (prakriti) es una estructura multidimensional creada mediante el concurso de tres fuerzas primarias, las cualidades dinámicas (guna). La palabra guna significa literalmente “hebra” pero posee un amplio número de connotaciones. En el contexto de la metafísica del Yoga y del Sāmkhya el término hace referencia a las últimas e irreducibles “realidades” del cosmos. Los gunas, que son de tres tipos, se pueden asemejar a los “quantum” de la física moderna. Los tres gunas son sattva, rajas y tamas.

Subyacen en todo lo material, incluidos los fenómenos psicomentales.


Los gunas son naturaleza, igual que los átomos son materia-energía. Juntos son responsables de la inmensa variedad de formas naturales y de todos los niveles de existencia que se hallan aparte de los si-mismos trascendentes, los cuales son conciencia no cualificada.




La naturaleza y su evolución

La naturaleza fenoménica, con sus distinciones de cosas y personas (consideradas éstas como organismos psicofísicos) se considera una evolución a partir del estado primitivo de la materia. Esta idea se basa en la teoría de la causalidad conocida como satkāryavāda, según la cual el efecto preexiste implícitamente en la causa antes de que se manifieste.

Según el Sāmkhya Kārikā, los gunas se hallan en estado de equilibrio en la dimensión trascendental de la naturaleza, conocida como prakriti—pradhāna (naturaleza primordial).

La materia original (prakriti—pradhāna) es incausada, eterna, omnipenetrante, única, independiente, completa en si misma y no posee partes diferenciadas; las cosas que emergen de esta matriz son, por el contrario, causadas, no eternas, limitadas, numerosas, manifiestas, dependientes y conjuntos compuestos de partes.

El primer producto que aparece en el proceso de evolución de esta matriz fundamental hacia la multiplicidad de las formas espacio-temporales es mahat, “el grande”, o “gran principio”. Su apariencia es luminosa e inteligente, conociendose también como buddhi (“intuición”, “conocimiento”, “inteligencia”). Pero, en realidad, mahat no es en si mismo consciente (igual que los demás aspectos de la naturaleza), y representa únicamente una forma especialmente refinada de materia-energia. Depende del trascendental si-mismo consciente para recibir la “luz” de la inteligencia.

De mahat o buddhi, emerge ahāmkara, el principio de individualidad, que distingue entre sujeto y objeto. Esta categoría existencial causa, a su vez, la aparición de la mente sensible (manas), los cinco sentidos u órganos de conocimiento (vista, oido, olfato, gusto y tacto) y los cinco órganos de acción (habla, aprehensión, movimiento, reproducción y excreción). Además, ahāmkara da lugar a las cinco esencias sutiles (tanmātra) subyacentes a las capacidades sensoriales. Estas, a su vez, producen los cinco elementos materiales densos o groseros (bhūta), es decir, tierra, agua, fuego, aire y éter.

De esta forma, el Sāmkhya Clásico reconoce veinticuatro categorías de existencia material en total. Mas allá de la tríada gunádica y sus productos se hallan los incontables si-mismos trascendentales, que se mantienen aparte de las ramificaciones de la naturaleza.

Todo este proceso evolutivo se activa por la proximidad de los si-mismos trascendentes (purusha) a la matriz de la naturaleza, con objeto de liberar a los si-mismos que, misteriosa y equivocadamente, se identifican con un cuerpo-mente concreto, en lugar de con su intrínseca condición de pura conciencia.

Este esquema evolutivo puede entenderse como una evolución cósmica, como un análisis lógico y trascendental de los diferentes factores inmersos en la experiencia, o como un análisis concreto de la personalidad humana.

El evolucionismo psicocosmológico de la tradición Sāmkhya no apunta tanto a explicar el mundo como a trascenderlo. Se trata de un entramado práctico para quienes buscan la liberación y se encuentran con los distintos niveles o categorías de existencia en el curso de su práctica meditativa.


Epistemología

La Sāmkhya Kārikā delinea tres formas de adquisición de conocimiento (pramāna): la percepción, la inferencia y el testimonio verbal. La percepción se define como la aplicación de los órganos de los sentidos a sus respectivos objetos. La inferencia no se define y se divide primero en tres clases y luego en dos. Según la primera clasificación, una inferencia se denomina purvavat si se basa en experiencias pasadas (como cuando se ve una nube negra y se infiere que lloverá); se denomina shesavat cuando de la presencia de una propiedad concreta en una parte del bjeto, se infiere la presencia de dicha propiedad en el resto (como cuando se encuentra una gota de agua salada y se infiere que toda el agua es salada); se denomina samanyatodrishta cuando se infiere lo que no es perceptible (como cuando se infiere el movimiento de las estrellas al observarlas ocupando diferentes posiciones en el firmamento en distintos momentos). De acuerdo a la otra clasificación la inferencia puede ser directa o indirecta. El testimonio verbal, para que resulte válido, debe pertenecer a alguien de probada competencia.

Además de las tres formas de conocimiento, se consideran las formas de funcionamiento de los órganos de los sentidos. Los sentidos externos aprehenden solo los objetos presentes; los sentidos internos (manas, antahkarana y buddhi) poseen la habilidad de aprehender todos los objetos: pasados, presentes y futuros.


Ética

La Kārikā manifiesta un intelectualismo que es característico del sistema Sāmkhya. El sufrimiento se debe a la ignorancia de la auténtica naturaleza del si-mismo, y la libertad, el bien mas preciado, se puede lograr mediante el conocimiento de la distinción entre el simismo y la naturaleza. En estado de liberación, el si-mismo se vuelve indiferente ante la naturaleza; cesa de actuar y disfrutar. Se convierte en lo que de hecho es, un puro testigo consciente.


0 comentarios:

Publicar un comentario